Descripción de la ruta de Andratx

De los siete Caminos que conducen a Lluc este es uno de los más largos y, sin duda, el más montañoso. Seguramente es el que te supondrá más esfuerzo y por lo tanto será necesario que tengas una condición física aceptable. Ahora bien, todos los sudores quedarán más que compensados por la contemplación de un paisaje espléndido que te dará energía para emprender la siguiente etapa. La ruta transcurre en su totalidad por la Serra de Tramuntana de Mallorca que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por sus valores paisajísticos, claro, pero también por los valores culturales.

 

A lo largo de la ruta conocerás los pueblos más bellos de la isla: Estellencs, Banyalbufar, Valldemossa, Deià, Sóller y Biniaraix. Caminarás por el GR-221 o Ruta de pedra en sec, así denominada porque encontrarás muchas construcciones cuyas paredes han sido hechas con el arte de colocar las piedras en el orden preciso sin necesidad de masa para conjuntarlas. Y así verás: paredes, casas, fuentes, silos... Y trozos de caminos empedrados, en su estado original o bien restaurados por el Consell de Mallorca.

 

La ruta comienza en Sant Elm, un pequeño núcleo costero situado enfrente de la isla de la Dragonera, declarada Parque Natural. Durante la primera parte de la etapa disfrutarás de vistas espectaculares sobre el mar y sobre la isla en forma de dragón. Especialmente notable es la vista que se divisa desde el mirador del cap Fabioler. Cuando llegues a Andratx, punto final de esta etapa, estarás admirado por el perfil de la Dragonera.

 

La segunda etapa es larga y dura. Irás de Andratx hasta Estellencs, un pueblo pequeño y bonito, cuyos habitantes tuvieron que construir paredes de sustentación y allanar el terreno para poder cultivarlo. Así aparecieron los bancales, que tanta personalidad dieron al pueblo. Y antes de llegar a Estellencs, habrás visto las dos montañas más altas del Poniente de Mallorca: el Galatzó y la mola de l’Esclop.

 

La tercera etapa, también larga aunque no tan dura como la anterior, te permitirá llegar a Banyalbufar. Espectaculares son sus bancales colgados sobre el mar, con lavaderos construidos para aprovechar el agua de las fuentes. Y antes habrás visto la finca pública de Planícia, con sus notables casas, y unos frondosos encinares.

 

La etapa de Banyalbufar hasta Esporles, en comparación con las dos anteriores, te parecerá un paseo, empinado y hacia arriba al principio, pero agradable ya que transcurre por el denominado Camí del Correu, con trozos empedrados de forma admirable.

 

De Esporles a Valldemossa, la quinta etapa, recuperarás el contacto con el encinar y las formas de explotación del bosque: silos, barracas de carbonero, hornos de pan, hornos de cal ... Y después de una fuerte subida, cuando transita por los terrenos de la Comuna, verás el mar a ambos lados del sentido de la marcha: cercano, a la izquierda; lejano, a la derecha, con la bahía de Palma al fondo.

 

Al llegar a Valldemossa, a parte de la famosa Cartuja, si quieres conocer el carácter propio del pueblo, con sus típicas casas, respirar su paz, deberás alejarte de la carretera, muy explotada turísticamente, y adentrarte hacia la iglesia parroquial y el casco antiguo.

 

La sexta etapa termina en Deià, un pueblo de renombre que ha servido de refugio a muchos artistas e intelectuales. Para llegar deberás utilizar el camí de l’Arxiduc, llamado así en honor al personaje que lo hizo construir: el Archiduque Luis Salvador, un aristócrata emparentado con el emperador de Austria, que vivió en Mallorca a finales del siglo XIX y principios del XX y que hizo grandes mejoras estructurales por toda la zona. En gran parte del trazado, el camino transita por la cresta de la sierra y domina por completo el paisaje: el mar, con el promontorio de la Foradada, el puig del Teix, los riscos de Son Rul·lan...

 

Por el camino del Rost y de Son Castelló, caminos empedrados que provocan la admiración del peregrino hacia las personas que los construyeron, llegarás a Sóller, la ciudad más grande de esta ruta y con una personalidad muy definida. La etapa que te ha conducido desde Deià es corta, al llegar a Sóller el cansancio no te ha de impedir conocer la ciudad, que tiene algunos edificios modernistas dignos de ser admirados.

 

Elementos importantes de la octava etapa, de Sóller hasta la fuente des Noguer, son: Biniaraix, un pueblo pequeño y con mucho encanto, y su barranco, un camino empedrado que transcurre paralelo al torrente pero en sentido inverso: cuanto más sube el camino, con más fuerza baja el torrente. Si tienes la suerte de hacer este camino después de unos días de lluvias, podrás contemplar un paisaje memorable, muy alejado del tópico de la sequedad del clima mediterráneo.

 

Finalmente, la novena etapa te conduce de la font des Noguer hasta Lluc, el centro espiritual de la isla y destino final de todas las rutas. Caminarás por las zonas más altas de la Serra de Tramuntana y contemplarás sus picos más elevados: el Puig Major, el Puig de Massanella, el macizo dels Tossals, el Puig Roig, el Puig Tomir ... Conocerás algunos de los mejores ejemplos de la técnica de la pedra en sec: las casas de nieve de Galileu y el camino de les Voltes ... Y finalmente: ¡Lluc!