La ruta comienza en el extremo septentrional de la Isla, donde la Serra de Tramuntana ya es una fina y escarpada península que se adentra en el mar. El faro de Formentor marca un hito imponente de inicio. Enseguida nos sorprende la dimensión del camino viejo del faro que va hasta cala Murta y que adivinamos entre desmoronamientos y otros tramos de carretera. Sin duda es una de las etapas más agrestes que el camino de Lluc nos ofrece y nos conduce todo el tiempo cerca del mar. El descanso en cala Murta y la playa de Formentor nos permite tener contacto directo con la mar y, depende de la época del año, tomar un refrescante baño.
Al llegar a Pollença comienza el ascenso hacia Lluc por el interior del valle d’en March. El camino viejo, que se va recuperando poco a poco para el uso público, sube mayoritariamente por dentro un frondoso encinar montañoso. La fuente de Muntanya nos indica que ya estamos cerca de Binifaldó y de nuestro destino.
Una ruta corta pero intensa, prácticamente todo el tiempo en subida y atravesando lugares marcados por la exposición a los vientos de Tramuntana. Salvo algunos incómodos tramos de carretera, el resto de la ruta discurre por un camino cómodo, rodeado de la belleza del bosque.